Es increíble las reacciones que surgen al reconocer el talento, hay quienes se maravillan, hay quienes sienten envidia y posiblemente algunos interpreten a la persona como pedante. Cuando este talento es evidente, no hay otra cosa más que reconocerlo, admirarlo y hasta disfrutarlo.

En lo personal soy un admirador de la mujer talentosa, pero no la que trata de destacar, sino aquella que no puede dejar de crear y demostrar sin querer hacerlo, que su creación es única y es evidente su don.

He conocido personalmente algunas mujeres así, y no dejo de aprender de ellas, sobre todo la actitud y la pasión con la que se manejan. Algunas no se creen que poseen ese don, otras, medio se lo imaginan y cuando son maduras, se notan más confiadas y disfrutan de su proceso creativo.

No me siento intimidado, al contrario, agradezco que me permitan estar cerca de ellas, que me consideren su amigo y compartan sus maravillosas experiencias y creaciones.

¡Platiquemos!

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Carlos Franco Fitzmaurice

1 Comment

  1. Coyo

    Maravilloso texto, me encantó.