Muy entrado en la inspiración de crear de joven y el deseo de ser admirado  ya sea en la pintura, música, danza o cualquier arte, se puede perder de vista la intensión final de lo que se crea. Con el tiempo he aprendido que uno de los pilares de cualquier proyecto es tener claro el propósito de lo que se está creando.

Quizá este propósito no esté claro siendo joven aunque se encuentre implícitamente en la intensión al crear.

Tener claro el propósito desde el principio, le da sentido al contenido, la estructura y el desarrollo de la obra, además simplifica tomar decisiones durante el proceso. Para un proceso de diseño es fundamental, para un proyecto artístico es altamente recomendable, sobre todo si se quiere trasmitir o comunicar un concepto que puediera ser muy abstracto. El propósito aclara de forma no verbal la intensión de la obra y se potencia si el interés es colectivo.

Intenta a tu próximo proyecto darle un propósito, lo mantienes hasta el final y me platicas la reacción de la gente.

¡Platiquemos!

Cuéntame ¿de qué manera puedo hacer estas publicaciones más útiles para ti?

Carlos Franco Fitzmaurice

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